¡¡Hola chicxs!! ¿Cómo están? Hace ya un tiempo que hemos intentado abandonar la comunicación asincrónica y reemplazarla por la comunicación sincrónica. ¿Qué es la comunicación asincrónica?... muy sencillo: aquella comunicación que no se da al mismo tiempo, a través de videollamadas.
Pero no hemos tenido demasiado éxito en el número de participantes, si – en cambio – podemos decir que han sido exitosas en cuanto a los resultados. Creo que han sido clases divertidas en la que hemos podido, en pocos minutos, ponernos de acuerdo en cuál era la actividad, cómo se desarrollaba y la hemos hecho.
Por supuesto que tampoco llegan a ser resultados iguales a los que pueden lograrse en la presencialidad, pues allí sí el disfrute es mayor y también la comprensión y el aprendizaje son mayores.
Pudimos realizar un cuento compartido, pudimos luego relatarlo y animarlo, y finalmente pudimos actuarlo.
Pudimos hacer instantáneamente el ejercicio “uno/a cuenta y otro/a hace” con el agregado del: … “y dijo:”
Y comenzamos a probar en el último encuentro con “uno/a pone la voz y otro/a pone el cuerpo”.
Todos estos son ejercicios y juegos de IMPROVISACIÓN. El acento puesto en la improvisación está fundamentado en que es el mejor abordaje posible al aprendizaje de la actuación teatral, por todo lo que tiene de lúdico y disfrutable.
Es cierto que improvisar no es sencillo. Si bien podría pensarse que es más sencillo que abordar un texto dramático escrito, no lo es si no se dispone de una estructura técnica que nos sostenga y nos haga más fácil la improvisación.
Qué sucedería si en un encuentro presencial un director de teatro nos dijera…:
- ¡Improvisá!
La reacción más usual es la parálisis. Es decir, lo más probable es que nos paralicemos y preguntemos: - ¿Y qué hago?
Pues bien, de eso justamente se trata, la improvisación pura es arrojarse sin red al vacío y… llenarlo. Pero para poder hacer eso hace falta un muy largo entrenamiento actoral.
Los juegos y ejercicios de improvisación, en cambio, nos proveen de ciertas reglas de juego que nos sostienen a la hora de improvisar, ya no caemos al vacío, por ejemplo:
UNO CUENTA Y OTRO HACE
1) Dos actores/actrices en el escenario. Preguntan al público: cuál es el personaje?
2) El público responde: Pinocho!!
3) Preguntan al público: Dónde está Pinocho?
4) El público responde: en un avión!!
5) Preguntan al público: y que pasa con Pinocho en el avión?
6) El público responde: no sabe manejar el avión y vuela sobre la selva africana!!
Con esos datos comenzamos con la impro.
Uno/a de los actores/actrices toma el lugar del que cuenta y el otro/a hace lo que el/la primero/a cuenta:
El que cuenta va inventando un cuento que es: “Pinocho pilotea un avión, no sabe manejarlo y vuela sobre la selva africana”
Por ejemplo:
“Pinocho quería conocer el África, así que se subió en el aeropuerto de Roma a un avión que iba hacia allí. Cuando iba subiendo la escalerilla, la azafata que estaba en la puerta del avión recibiendo a los pasajeros, no dejaba de mirarlo, no le savaba los ojos de encima, le resultaba muy extraño que un muñeco de madera parecido a una marioneta, estuviera subiendo solo la escalera. Cuando Pinocho llegó a la puerta del avión con su pasaje en la mano, la azafata lo miró y dijo:…, Pinocho miró fijamente a la azafata y dijo:”
Bien, la consigna en este juego es que el que hace, haga todo lo que va contando en el que cuenta. Así que en este caso, el que hace hará que sube la escalera de un avión como si fuese Pinocho y también hará de la azafata, así que tomará el lugar de la azafata y mirará fijamente a Pinocho, mientras sube por las escaleras.
Y cada vez que el que cuenta dice: “y dijo:…”, el que hace puede hablar, completando los puntos suspensivos.
Ejemplo siguiendo el mismo relato:
Cuando Pinocho llegó a la puerta del avión con su pasaje en la mano, la azafata lo miró y dijo:…
- Escuchame muñeco ¿tenés pasaporte? Los muñecos de madera no pueden viajar solos.
Pinocho miró fijamente a la azafata y dijo:… - ¿Qué te pasa? Discriminás a los muñecos. Yo tengo pasaje ¡así que muzzarella! Eh. Si no me voy a quejar a Naciones Unidas.
La azafata le cortó el boleto y dijo:… - Ta’ bien. Subí. Pero te voy a estar vigilando eh.
Sigue el relato, sigue el que hace actuando lo que el que cuenta relata hasta que el que hace dice: ¡CAMBIO! Y a partir de ese momento cambian de roles, el que contaba pasa a hacer y el que hacía comienza a contar siguiendo con la historia desde el mismo momento en el que se hizo el cambio.
Imaginemos que el relato siguió contando, por ejemplo, que en determinado momento el piloto y el copiloto se descompusieron, y entonces Pinocho se hizo cargo del Boeing en el que viajaba, diciendo que él era un piloto experimentado y todos le creyeron.
El avión vuela sobre la selva africana y Pinocho no consigue levantar la trompa del avión que se dirige a chocar contra la ladera de un monte de espesa vegetación. De pronto al pasar muy cerca de los árboles más altos, Pinocho ve que King-Kong está allí y quiere darle un manotazo al avión que vuela descontrolado.
El que hace hará de Pinocho, de King-Kong, hablará cada vez que el que cuenta diga: “y dijo:…” Hasta que el que hace diga: ¡FINAL!
Se le puede preguntar al público que tipo de final quiere, si quiere un final feliz, un final trágico, un final de película de amor, un final de película de acción, un final con moraleja. Etc.
Siempre se hace caso de aquello que el público pide.
Si no queda claro cómo es el ejercicio, de qué modo se hace a través de este escrito, les pido que me lo hagan saber, pregunten todo lo que sea necesario.
Háganlo por favor a través del grupo de whatsapp.
Realicen este ejercicio (UNO CUENTA Y OTRO HACE), lo pueden hacer de a dos o más. Cuando están haciendo por supuesto que deben verse en pantalla. Basta con que se escuche el relato al mismo tiempo que el que hace lo actúa.
Si tienen inconvenientes técnicos para hacerlo, también háganmelo saber por favor.
Luciano